Capítulo III: ¿Dónde están los hombres que te empotran contra la pared?

(7 febrero 2012)

Hace ya bastante que me puse este estado en Facebook. ¿Dónde carajos están? No sé, pero a lo tonto modorro, después de un batacazo sentimental y la inevitable racha de luto emocional posterior (que en mi caso suele ser eteeeeeerna y conlleva una gran falta de motivación en establecer objetivos)... viene la remontada.

Sigo sin comerme un mojón, así de torpe e idiota me han parido; pero, oye, el cambio de actitud y de forma de ver la vida son importantes. Ayudan mis gafas nuevas de sol (que sabéis los que me conocéis, que raro es el día que no las llevo puestas en los ojos o en la cabeza), preciosérrimas, grandotas, de pasta, divinas, de Prada ¿Cómo no voy a verlo todo más bonito así?

Pues eso, el optimismo por un lado, hombretones everywhere, ganas de juerga y perraca perdida (estoy más salida que un obispo en un chiquipark), el caso es que ME GUSTÁIS TODOS.

Así. Claro, contundente, limpio, sin vaselina. ¿Qué tenéis, puñeteros, para atrofiar el complejo y ajetreado funcionamiento de mis neuronas?

Es una pregunta retórica, que ya sé yo que íbais a poner 'Polla' en los comentarios. Ahorrároslo.

El caso es que, dándome un baño (una que gusta de darse un baño como terapia relax al menos una vez a la semana... ¡la ducha para las prisas!) me he quedado empanada escuchando la radio, pensando en uno de tantos y luego me he lanzado a lo boomerang una pregunta de esas que tanto me hago (así me conozco más, que la comunicación es importante, y sobre todo con uno mismo) ¿Por qué estoy tan motivada?

Y ahí mismo tenía la respuesta ¡Con las horas que habré echado mirándolo desde varios ángulos! El póster de la puerta del baño:


Sé que mola el jodido póster (detalle en la foto), pero creo que más que animar al desmelene, desmotiva al verlo un día cualquiera y pensar: "Yo aquí plantando un pino y éstos cabrones pasándoselo de puta madre."

Bueno, como soy una emocionada de la vida, me reinicio día a día. Y creo que me voy a reinventar y abrazar ampliamente mi patetismo comprándome una colonia de tío y oliéndola de vez en cuando. Así, como para sentiros más cerca...

Buenas noches, chicos. A ver quién se cuela esta noche en mis sueños, porque a lo largo de mi vida ha habido sorpresas de todo tipo.

Una noche el afortunado caballero fue Mario Picazo. Con eso está claro que le puede pasar a cualquiera.

ESTOY FETAL


PD. Chicas, espero que me perdonéis que este capítulo se lo dedique a ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario