Capítulo IV: No more bamboling!

(31 marzo 2012)

Sábado. Cómo me gustan los fines de semana y qué poquito los disfruto últimamente. Razones económicas, no de espíritu. El día que me falte el ánimo juerguista, será la señal definitiva de que debéis rematarme y, a ser posible, de la manera que menos sufra, que se supone que me queréis.

Aquí estoy, en plenas vacaciones de S.Santa, sin más agobios que los que me llegan en forma de malas noticias a través de los medios (que no son pocas, ojo).

Por lo demás, sigo adelante y hoy toca fiesta. Voy de cumple, me pondré mona, me agarraré una simpática tajá y algún mosconcillo en el mismo o peor estado que yo hará amago de tirarme los tejos. O lo mismo la que lanza la caña soy yo. Según el espíritu que me invada en el momento, no soy tan predecible y además se me va bastante la pinza cuando de vosotros, mocetes, se trata.

El caso es que me ha venido a la cabeza esta tarde una canción que desde pequeña hace que me estalle el corazón por su fuerza, su sentimiento, esa voz... Y cada vez que vuelve a mi vida, cobra más sentido.

Bien, pues he decidido que haré todo lo posible por no ser nunca más una bámbola como la de la canción. Con los tíos siempre me ha pasado igual y de todo se debe sacar una lección.

Me acordaba con algo de tristeza de aquél último que me tuvo en vilo y jugó conmigo. No con odio, no con pena, no con sentimientos negativos; tan solo un poco de tristeza y no por él sino por mí. Si hubiese aprendido la lección la primera vez que me pasó, lo mismo otro gallo cantaría.

O no.

Bámbola significa muñeca, pero la palabra bambolear me evoca a un punching ball que recibe golpes uno tras otro. No fuertes, pero continuos, provocando ese vaivén estilo metrónomo del que estoy bastante harta. Por eso, como propósito de enmienda, declaro el día de hoy como el inicio del 'No More Bamboling Lifestyle'.



Y con mi canto de guerra, me dispongo a prepararme y salir a quemar la noche.

Capítulo III: ¿Dónde están los hombres que te empotran contra la pared?

(7 febrero 2012)

Hace ya bastante que me puse este estado en Facebook. ¿Dónde carajos están? No sé, pero a lo tonto modorro, después de un batacazo sentimental y la inevitable racha de luto emocional posterior (que en mi caso suele ser eteeeeeerna y conlleva una gran falta de motivación en establecer objetivos)... viene la remontada.

Sigo sin comerme un mojón, así de torpe e idiota me han parido; pero, oye, el cambio de actitud y de forma de ver la vida son importantes. Ayudan mis gafas nuevas de sol (que sabéis los que me conocéis, que raro es el día que no las llevo puestas en los ojos o en la cabeza), preciosérrimas, grandotas, de pasta, divinas, de Prada ¿Cómo no voy a verlo todo más bonito así?

Pues eso, el optimismo por un lado, hombretones everywhere, ganas de juerga y perraca perdida (estoy más salida que un obispo en un chiquipark), el caso es que ME GUSTÁIS TODOS.

Así. Claro, contundente, limpio, sin vaselina. ¿Qué tenéis, puñeteros, para atrofiar el complejo y ajetreado funcionamiento de mis neuronas?

Es una pregunta retórica, que ya sé yo que íbais a poner 'Polla' en los comentarios. Ahorrároslo.

El caso es que, dándome un baño (una que gusta de darse un baño como terapia relax al menos una vez a la semana... ¡la ducha para las prisas!) me he quedado empanada escuchando la radio, pensando en uno de tantos y luego me he lanzado a lo boomerang una pregunta de esas que tanto me hago (así me conozco más, que la comunicación es importante, y sobre todo con uno mismo) ¿Por qué estoy tan motivada?

Y ahí mismo tenía la respuesta ¡Con las horas que habré echado mirándolo desde varios ángulos! El póster de la puerta del baño:


Sé que mola el jodido póster (detalle en la foto), pero creo que más que animar al desmelene, desmotiva al verlo un día cualquiera y pensar: "Yo aquí plantando un pino y éstos cabrones pasándoselo de puta madre."

Bueno, como soy una emocionada de la vida, me reinicio día a día. Y creo que me voy a reinventar y abrazar ampliamente mi patetismo comprándome una colonia de tío y oliéndola de vez en cuando. Así, como para sentiros más cerca...

Buenas noches, chicos. A ver quién se cuela esta noche en mis sueños, porque a lo largo de mi vida ha habido sorpresas de todo tipo.

Una noche el afortunado caballero fue Mario Picazo. Con eso está claro que le puede pasar a cualquiera.

ESTOY FETAL


PD. Chicas, espero que me perdonéis que este capítulo se lo dedique a ellos.

Capítulo II: Dimitri lo sabe


(29 enero 2012)


He decidido tomarme el finde de reclusión voluntaria. No sé, no tengo espíritu festivo (y eso que mi salón es como un parque de atracciones para pseudo-adultos fiesteros con iluminación de puticlub).

No os alarméis, no es nada en particular. Apatía generalizada como diagnóstico. Para haceros un resumen, escribiré unos versos:

Lo del fumar... 
seamos sinceros, 
lo llevo regular. 

Lo del trabajo... 
como siempre, 
conspirando, agobiada y a destajo.

Lo del dinero... 
como no tengo, 
para mí no es nunca lo primero. 

Lo de las amigos... 
de eso no me quejo 
¡También os lo digo!

Lo del piso... 
el que luchó por algo, 
es porque lo quiso. 

Lo de los amores... 
otro batacazo,
digamos que no tengo el coño pa flores. 

Lo de la dieta... 
hay que seguir, 
que la goma de la braga me aprieta.

Lo de follar... 
casi ni me acuerdo de eso, 
mejor no hablar.

Lo del futuro...
siempre se sale adelante,
aunque el camino sea duro.

Hoy no he hecho ni el huevo. El viernes tampoco. Mañana haré cosillas que tengo pendientes porque no tengo más remedio y nunca abandono ninguna de mis responsabilidades. Pero en cuanto acabe con ellas, a vegetar again hasta el lunes.

A veces tengo tantas cosas en la cabeza que parece que la red neuronal de mis sesos fuese a colapsar. ¡Pero no! Aún mantengo intacta la capacidad de abstracción estilo 'encefalograma plano'. Me meto unos reinicios de fin de semana a lo ameba lifestyle que me dejan nueva.

Y si no se puede porque la agenda está más apretada que el ojete de Urdangarín por la que le viene encima, habrá que hacer reinicio al estilo Dimitri. Ríete tú de alcanzar el Nirvana y la sabiduría universal. Yo lo que quiero es ser como Dimitri.

Qué cojones, no se puede ser como él. A lo único que esta humilde servidora alcanza es a confiar en la guía espiritual del ser más sabio que ha pisado este jodido planeta después de quien inventase el refranero popular.

Si a partir de ahora sientes que debes 'consultar con la almohada' algo, no seas gilipollas. Una almohada lleva fibras plásticas, algodón o plumón. Una almohada no habla y, lo más importante de todo: Si alguien te pilla soltándole un rollo a un trozo de tela relleno de lo arriba mencionado, lo mínimo que va a pensar es, efectivamente, que eres gilipollas.

Déjate de metáforas inútiles, que estás haciendo lo mismo que los creyentes en cualquier religión. Consulta con alguien REAL que nunca, nunca, nunca errará en su consejo. Pregúntaselo a Dimitri porque DIMITRI LO SABE


Capítulo I: ¿Sábado que promete?

Sábado, esta noche he salido que me comía el mundo. 'Esta noche salgo CON PINTURAS DE GUERRA',reza mi estado en Facebook.

Buenorrísima es poco. A ver si, saliendo de cumple con mis amigas (que salían sin novio y con ganas de liarla) me sonreía la fortuna y algún tío, ya de paso.

Mis amigas lo han dado todo. Pero hasta las 3. Hay mucho lío, la verdad y yo es que no tengo límite.
Me he quedado sin batería en el móvil y no podía llamar a otros colegas ni tan siquiera para tomarme otro par de coca-colas echando unos bailes.

Son las tres y media, he tuneado una foto con el paint en el portátil sin ratón, estoy con Torrente 2: Misión en Marbella de fondo y planteándome el mofarme del cutrecismo de mi vida y por qué me lo tomo todo con buen humor, en forma de diario. Lo mismo sigo, lo mismo no. Se me acaba de ocurrir, pero puede ser la risa.

El caso, que de vuelta a casa, sin ganas de dormir, sólo me he tomado una copa en toda la noche, guapa que te mueres... y acabo en el salón fumando, con Santiago Segura hablando en ese tono irritante y misógino, a dos velas. Joder, si al final va a ser cierto que son una Bridget Jones...

Bueno, ésa es rubia y los dos tíos con los que se debatía la hecatombe de su vida eran dos que ya quisiera yo pa mí. Nos ha jodido.

Yo soy Bridget Crocker.


Y sí, esta noche estaba tó buenorra (o por lo menos yo me veo estupenda). Foto editada, por supuesto.